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Fussy eaters and failure to thrive

Personas quisquillosas para comer y retraso en el desarrollo

Para entender este tema y así aprender a introducir los alimentos en el menú de los comedores quisquillosos, por favor lea el capítulo “¡Oh no! Es la hora de comer, en el libro El síndrome del intestino y la psicología GAPS”. Este capítulo le proporcionará un efectivo enfoque práctico estructurado para lograr que su hijo quisquilloso como casi todo lo que usted le cocine.

La mayoría de los niños y adultos autistas tienen problemas de alimentación, a veces muy graves. Algunos niños sólo aceptan una gama muy limitada de alimentos. Otros no pueden masticar correctamente y acumulan los alimentos en la boca durante mucho tiempo, que acaban formando una gran bola difícil de tragar. Algunos sólo pueden beber de un biberón y no beben de otra manera. La hora de las comidas es una pesadilla para muchos padres de niños autistas.

En resumen, diría que entre el 60 y el 70% de los padres que vienen a verme con sus hijos dicen de antemano que cualquier intento de introducir cualquier dieta saludable en la vida de su hijo es imposible. “¡Mi hijo no quiere comer!”. Sin embargo, después de haber aplicado los principios del análisis conductual aplicado que hemos descrito aquí, la mayoría de esos padres pronto olvidan lo quisquilloso que solía ser su hijo con la comida. Sentarse a comer en familia se convierte en un acontecimiento normal y placentero, ¡como debe ser!

El retraso en el desarrollo es un fenómeno común en las familias con GAPS. Un bebé con una flora intestinal anormal puede prosperar con la leche materna. Sin embargo, cuando se introducen los sólidos el niño aprende instintivamente que la comida (excluyendo la leche materna) lo enferma. A medida que el sistema digestivo malsano no puede procesar bien los sólidos y los absorbe sólo parcialmente digeridos, el niño puede experimentar muchos síntomas desagradables: dolor de barriga, dolor muscular, prurito, dolor de cabeza, disminución de energía, etc. Así que, con toda razón, el niño se niega a comer alimentos sólidos. Es muy raro que un niño mayor de seis meses pueda obtener una nutrición completa y adecuada solamente con leche materna, así que, sin los sólidos, el niño no gana peso de forma adecuada o incluso comienza a perderlo. El diagnóstico más habitual es de retraso en el desarrollo.

 
 

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